Masushieru

09 diciembre 2006

Sentirme ajena es dirigirme,
y a mitad de camino, retroceder; no comprenderme.
Sentirme ajena es desvincularme de lo que me importa,
para centrarme en mi; no discutirme.
Sentirme ajena a todo cuanto hago,
a mis momentos de delirio,
a las alegrías y a los náufragos.

Sentirme ajena es dividirme por completo,
probar que pasa si te sonrio, si me lamento.
Sentirme ajena es no prometer,
y yo no soy así, te lo prometo,
pero siento que estando ajena no puedo,
que si le pongo fuerzas me descompongo, me desvelo.

Sentirme ajena es sentirte ajeno,
es sentir que los pasos son muy cortos, lentos,
ni ocupan lugar en el espacio, ni tiempo.
Sentirme ajena no me involucra en este momento,
ni compromete lo que deseo.

¿Qué es lo que no buscas de momento?
¿qué es lo que sientes ajena en este enero?
Que pasaría si te beso? Te sentirías raro? molesto?

Sentirme ajena para todos, desde que me conocí,
como escindido del resto.

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