¿Qué dar cuando no te queda nada?
Cuando te han vaciado todos los rincones del alma, cuando te han robado cualquier ilusión, cuando el único aliento que se mantiene es con el que sobrevives a duras penas, cuando viajas al infierno sin billete de vuelta...
No echo de menos a nadie. No extraño personas ni cuerpos, ni gestos ni miradas. No me acuerdo de tiempos mejores ni de pasado perfectos. Lo único que me mata de dolor es estar tan perdida. Es como si hubiera amado por última vez y ya no tuviera la opción de derrochar pasión y entrega. Es como si me hubieran obligado a encarcelar sentimientos y machacarlos a golpe de frustación. Es el miedo a no sentir, a no corresponder, a no poder querer, por más que me empeñe. Es la ausencia de emoción. Necesito que el tiempo vuele para curar heridas y levantarme por fin. Y vivir, y mostrar y demostrar.
Me pregunto si alguna vez volverán las ganas y la fuerza para volver a creer en el amor.
No puedo dar nada porque, a día de hoy, no tengo prácticamente nada.
Hasta cuándo este sinvivir...
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