Nollywood, cine de nigeria
Tomado del Pais
Hace 13 a?os, los productores, en su origen meros vendedores de aparatos electr�nicos, empezaron a hacer pel�culas para ofrecer un extra a los productos que vend�an. Pon�an el dinero, compraban una historia, contrataban a los actores, filmaban la pel�cula, y luego la empaquetaban y la vend�an ellos mismos. Desde entonces, esta incipiente industria cinematogr�fica ha filmado 7.000 pel�culas de v�deo, que la colocan justo despu�s de Hollywood, en Los �ngeles, y Bollywood, en Bombay. S�lo trabajan el VHS, pero hacen pel�culas. De dos horas de duraci�n; de acci�n y romance, �picas e hist�ricas. Normalmente est�n filmadas en ingl�s, pero tambi�n en las lenguas de las tribus mayoritarias de Nigeria: la de los ibos, en el sureste del pa�s; la de los yorubas, en el oeste, y la de los hausas, en el norte.
En s�lo 13 a?os, Nollywood ha calcado los modelos de la industria estadounidense incorporando su propia idiosincrasia, es decir, temas aut�ctonos contados con un presupuesto �nfimo. Las �ltimas y escasas cifras proporcionadas por el Censo Nacional de Pel�culas, un �rgano del Gobierno nigeriano, hablan de una media de 1.200 pel�culas anuales. Entre todas cuestan casi 3.400 millones de nairas (la moneda local, que equivale a una antigua peseta), unos 20 millones de euros; es decir, el presupuesto de una sola pel�cula espa?ola (dos millones menos, por ejemplo, que la a�n no estrenada El capit�n Alatriste). �Esto es un nuevo concepto de cine�, asegura Don en su comercio de Idumota. �Hacemos las pel�culas con poco dinero, 8 o 10 millones de nairas. Es m�s r�pido y accesible. Si no las quieres comprar en una de nuestras tiendas por 250 o 300 nairas, las puedes alquilar por 50�.
Hacer una pel�cula dentro de la industria es sencillo: una c�mara, un grupo de actores, una iglesia o una casa que se ha tomado prestada a un amigo, y ?acci�n! Tan carente de medios es la industria de Nollywood que, por no tener, ni siquiera tiene salas. La mayor�a de los cines se cerraron a finales de los a?os ochenta y principios de los noventa porque su oscuridad constitu�a un oasis para la criminalidad, y ya s�lo existen en el norte, la zona musulmana del pa�s, donde se pueden ver colas de personas cada lunes para ver los estrenos de la semana.
Pero la f�rmula est� funcionando. No s�lo en Nigeria, donde, seg�n un estudio realizado por el Canal Internacional de Francia, el 65% de sus 150 millones de personas dispone de un v�deo o puede acceder a los que hay instalados en los cibercaf�s, los aut�nticos cines nigerianos. El mercado de Nollywood se extiende por toda �frica y llega hasta las tiendas del Reino Unido y Estados Unidos, donde la cada vez m�s numerosa colonia nigeriana compra las pel�culas para ofrecerles a sus hijos nacidos fuera del pa�s una muestra de la cultura africana. Millones de personas en todo el continente africano consumen cada d�a miles de pel�culas de Nollywood, con casos como el de N�ger, pa�s franc�fono, donde, aunque no entiendan ni una palabra de lo que dicen los actores nigerianos, siguen las historias como si fueran propias.
�Ah� reside el secreto de Nollywood�,comenta Afolabi O. Olusegun, otro de los productores vendedores de pel�culas que tambi�n hace negocio en Idumota. �Todo esto es una vuelta al cine tradicional. Hacemos pel�culas con muy poco. El sonido a veces no es bueno porque el ruido de los generadores de luz ahoga las voces de los personajes, pero quiz� ah� est� el �xito. No hay apenas efectos especiales, todo se hace con lo m�s barato, y por eso la gente se identifica con nuestro cine porque ve su vida cotidiana metida�.
�Es el nuevo socialrealismo africano�, asegura Afolabi Adesanya, realizador y director general de la Corporaci�n de Cine Nigeriano, un �rgano del Gobierno creado en 1979 para proteger y apoyar al cine mucho antes de que existiera el fen�meno de Nollywood. �Lo m�s importante de estas pel�culas es que cuentan nuestras historias, pero sin el toque intelectual que ten�an las de los directores nigerianos de los sesenta en celuloide. Ten�an siempre pretensiones art�sticas y de reivindicaci�n de la cultura africana. Ahora es s�lo un negocio, pero lo tenemos que proteger porque se ha convertido en una industria con 300.000 puestos de trabajo�.
Desde una �ptica occidental, ese nuevo socialrealismo africano resulta a veces surrealista. Hace un mes, el Centro Cultural Franc�s en Abuja, la capital de Nigeria, organiz� un homenaje a la industria. El acto sirvi� para presentar un libro sobre Nollywood y proyectar una de las pel�culas m�s famosas: Thunderbolt (El rayo, 2001). La cinta cuenta la historia de Ngozi, una joven de etnia ibo criada en una familia yoruba que trabaja como profesora en la escuela de una ciudad situada al oeste de Nigeria. Ngozi tiene problemas. No sabe por qu�, de un tiempo a esta parte el apetito sexual de su marido yoruba ha desaparecido. Ella le da cervezas para entonarle y otros remedios caseros, pero no sirven de nada. Un d�a en el mercado, un viejo santero le mira a los ojos y le cuenta que es v�ctima de una maldici�n. Ngozi va con su t�a a un or�culo y �ste descubre qu� es lo que ocurre. �Tienes el magoun�, le dice. �?Conoces el sida?, pues el magoun es peor porque te mata en menos de nueve semanas, como un rayo. Tu marido no hace el amor contigo porque sabe que hay algo raro dentro de ti. Podr�a morir r�pidamente despu�s de acostarse contigo. Si me das 60.000 nairas te lo quito�. Ngozi no tiene dinero y no cree en esos cuentos, pero su t�a le convence de que tienen que hacer algo y piden ayuda a sus familiares. El or�culo y otros dos santeros determinan que la �nica forma de quitar el magoun es observar qu� es lo que le ocurre al hombre despu�s del acto sexual. Y para ello tienen que estar presentes. El marido de Ngozi accede a acostarse con su mujer en presencia de los curanderos, pero se raja en el �ltimo momento. Entonces, Ngozi, que en ese momento de la pel�cula ya est� desesperada, trata de convencer a un m�dico que la pretende. Le cuenta su problema, y el m�dico, educado en el extranjero, se r�e de ella. Aun as� accede, siempre que todo se haga en su hospital y ante la presencia de otros m�dicos. A partir de aqu�, la historia parece que va a terminar con el triunfo de la medicina tradicional sobre la de los curanderos. Pues no. Despu�s de acabar con Ngozi, el m�dico empieza a sentirse mal y a vomitar sangre. �Es el magoun�, dicen los curanderos, que consiguen salvar al m�dico antes de que se desangre. Moraleja: esto es �frica, se?ores. La realidad es distinta a la de Europa o Estados Unidos, y lo que ustedes usan all� no siempre sirve aqu�.
Surrealista. Pero la pel�cula, del director Tunde Kelani, est� bien contada. El sonido es bueno, el gui�n presenta una historia bien trenzada y los secundarios le ponen la nota de humor a la cinta. Kelani, que estudi� en Londres, maneja la t�cnica cinematogr�fica. La historia es interesante porque muestra los choques de culturas, la occidental con la africana y la ibo con la yoruba. Cine en v�deo. �Yo soy de la vieja escuela. Hac�amos pel�culas en celuloide y trat�bamos de aprender continuamente nuevas t�cnicas para mejorar. Pero era car�simo�, afirma Kelani, quien asegura haber gastado ya siete generadores de luz en toda su vida como director para luchar contra los continuos cortes de luz con los que la empresa p�blica NEPA (National Electrical Power Authority, m�s conocida en el pa�s como Never Expect Power Always) somete a los nigerianos. �Cuando la industria empez� me di cuenta de que el soporte no importaba tanto como lo que quisieras contar�, comenta Kelani.
Thunderbolt pertenece al g�nero de pel�culas tradicionales de Nollywood, normalmente rodadas lejos de las grandes ciudades y que plantean temas del �frica profunda como el yuyu o las maldiciones. Pero es s�lo una parte de la industria, que suele girar en torno a tres temas que muestran siempre la lucha entre el bien y el mal, Dios y Sat�n: amor, sangre y dinero. Pierre Barrot, coordinador de libro Nollywood. Le ph?nom�ne vid�o au Nigeria (Nollywood. El fen�meno del v�deo en Nigeria), uno de los pocos que existen sobre la industria, considera que en esas manifestaciones culturales reside el �xito de Nollywood: �La mayor�a de las pel�culas muestra la verdad de la sociedad nigeriana. Sea mala o buena. En Francia, por ejemplo, no har�amos pel�culas sobre la guerra de las colonias. Pensamos que esto puede no gustarle a la gente. En Congo, Burkina Faso, Camer�n o Sur�frica se ven las pel�culas nigerianas porque millones de personas se sienten atra�das por ese mundo de g�nsteres, de mujeres llorando y gritando, la violencia��.
El Censo Nacional de Pel�culas Nige-
rianas controla lo que se filma, y cataloga las pel�culas de la industria con un 18, que restringe la visi�n de las copias a los menores de edad. En 2002 y 2003, el �rgano gubernamental s�lo consider� aptas para todos los p�blicos 219 pel�culas de las 2.248 que se hicieron en esos dos a?os. En el mismo periodo, ni una sola pel�cula fue catalogada con el sello de apta para ni?os. �Una cinta con la palabra prostituta en el gui�n significa inmediatamente que no est� autorizada para menores de 18 a?os�, explica Pierre Barrot. �Eso har�a pensar que la censura es muy fuerte en Nigeria; sin embargo, la realidad es que las televisiones hacen lo que les da la gana y emiten las pel�culas sin ning�n tipo de restricciones�. Donde s� hay m�s restricciones es en el norte del pa�s, la zona de la etnia hausa, de religi�n isl�mica. El 30% de las pel�culas de Nollywood se hacen all�, y pasan por otro �rgano de control que censura las pel�culas atendiendo a la ley isl�mica o sharia.
Lagos. Un d�a cualquiera por la tarde.
El futuro de Nollywood pasa por vencer a la pirater�a; consolidar su mercado africano, cada vez m�s en alza, y dar a conocer el fen�meno en los festivales europeos. De todas formas, los realizadores insisten en la necesidad de mejorar la calidad de los trabajos y en mantener un equilibrio entre las pretensiones art�sticas y las comerciales. En una jungla de 1.200 pel�culas, donde abundan los plagios, los remakes y las segundas, terceras y cuartas partes, es dif�cil seleccionar lo que merece ser visto. �No podemos olvidar que hacer una pel�cula es contar una historia de la mejor forma posible. La realidad de Nollywood es que se hacen demasiadas pel�culas, y a veces tienes la sensaci�n de que, vista una, vistas todas�, comenta Don Pedro Obasaki, uno de los directores m�s reconocidos de la industria, que suele restringir su creatividad a una sola pel�cula al a?o, normalmente de temas �picos y nativos. �Yo vengo del gueto�, asegura Don Pedro, y eso te da m�s recursos a la hora de contar una historia�.
Nigeria, el gran pa�s del �frica occidental que compite con Sur�frica por ocupar el papel de potencia en el continente, es el sexto productor mundial de petr�leo y el segundo con m�s reservas de gas natural. La especializaci�n en el sector petrolero, que representa el 95% de sus exportaciones, ha impedido durante muchos a?os el desarrollo de cualquier otra industria y ha favorecido la corrupci�n de la clase dirigente, mientras la poblaci�n sigue viviendo en la pobreza abyecta (el 70% de las personas se las apa?a con menos de un d�lar al d�a), en un territorio marcado por los enfrentamientos �tnicos y la criminalidad que se vive en las grandes ciudades como Lagos, con m�s de 13 millones de habitantes. ?C�mo es posible que en un pa�s con tantos problemas se produzcan tantas pel�culas? La raz�n puede estar en el hecho mismo de ser tan conflictivos. Como dice el director Don Pedro Obasaki, sentencioso: �No hay nada como la frustraci�n para gritar: ?acci�n!�.
En este link se pueden ver algunos trailer
---->>> http://www.ghanaweb.com/GhanaHomePage/movies/
Hace 13 a?os, los productores, en su origen meros vendedores de aparatos electr�nicos, empezaron a hacer pel�culas para ofrecer un extra a los productos que vend�an. Pon�an el dinero, compraban una historia, contrataban a los actores, filmaban la pel�cula, y luego la empaquetaban y la vend�an ellos mismos. Desde entonces, esta incipiente industria cinematogr�fica ha filmado 7.000 pel�culas de v�deo, que la colocan justo despu�s de Hollywood, en Los �ngeles, y Bollywood, en Bombay. S�lo trabajan el VHS, pero hacen pel�culas. De dos horas de duraci�n; de acci�n y romance, �picas e hist�ricas. Normalmente est�n filmadas en ingl�s, pero tambi�n en las lenguas de las tribus mayoritarias de Nigeria: la de los ibos, en el sureste del pa�s; la de los yorubas, en el oeste, y la de los hausas, en el norte.
En s�lo 13 a?os, Nollywood ha calcado los modelos de la industria estadounidense incorporando su propia idiosincrasia, es decir, temas aut�ctonos contados con un presupuesto �nfimo. Las �ltimas y escasas cifras proporcionadas por el Censo Nacional de Pel�culas, un �rgano del Gobierno nigeriano, hablan de una media de 1.200 pel�culas anuales. Entre todas cuestan casi 3.400 millones de nairas (la moneda local, que equivale a una antigua peseta), unos 20 millones de euros; es decir, el presupuesto de una sola pel�cula espa?ola (dos millones menos, por ejemplo, que la a�n no estrenada El capit�n Alatriste). �Esto es un nuevo concepto de cine�, asegura Don en su comercio de Idumota. �Hacemos las pel�culas con poco dinero, 8 o 10 millones de nairas. Es m�s r�pido y accesible. Si no las quieres comprar en una de nuestras tiendas por 250 o 300 nairas, las puedes alquilar por 50�.
Hacer una pel�cula dentro de la industria es sencillo: una c�mara, un grupo de actores, una iglesia o una casa que se ha tomado prestada a un amigo, y ?acci�n! Tan carente de medios es la industria de Nollywood que, por no tener, ni siquiera tiene salas. La mayor�a de los cines se cerraron a finales de los a?os ochenta y principios de los noventa porque su oscuridad constitu�a un oasis para la criminalidad, y ya s�lo existen en el norte, la zona musulmana del pa�s, donde se pueden ver colas de personas cada lunes para ver los estrenos de la semana.
Pero la f�rmula est� funcionando. No s�lo en Nigeria, donde, seg�n un estudio realizado por el Canal Internacional de Francia, el 65% de sus 150 millones de personas dispone de un v�deo o puede acceder a los que hay instalados en los cibercaf�s, los aut�nticos cines nigerianos. El mercado de Nollywood se extiende por toda �frica y llega hasta las tiendas del Reino Unido y Estados Unidos, donde la cada vez m�s numerosa colonia nigeriana compra las pel�culas para ofrecerles a sus hijos nacidos fuera del pa�s una muestra de la cultura africana. Millones de personas en todo el continente africano consumen cada d�a miles de pel�culas de Nollywood, con casos como el de N�ger, pa�s franc�fono, donde, aunque no entiendan ni una palabra de lo que dicen los actores nigerianos, siguen las historias como si fueran propias.
�Ah� reside el secreto de Nollywood�,comenta Afolabi O. Olusegun, otro de los productores vendedores de pel�culas que tambi�n hace negocio en Idumota. �Todo esto es una vuelta al cine tradicional. Hacemos pel�culas con muy poco. El sonido a veces no es bueno porque el ruido de los generadores de luz ahoga las voces de los personajes, pero quiz� ah� est� el �xito. No hay apenas efectos especiales, todo se hace con lo m�s barato, y por eso la gente se identifica con nuestro cine porque ve su vida cotidiana metida�.
�Es el nuevo socialrealismo africano�, asegura Afolabi Adesanya, realizador y director general de la Corporaci�n de Cine Nigeriano, un �rgano del Gobierno creado en 1979 para proteger y apoyar al cine mucho antes de que existiera el fen�meno de Nollywood. �Lo m�s importante de estas pel�culas es que cuentan nuestras historias, pero sin el toque intelectual que ten�an las de los directores nigerianos de los sesenta en celuloide. Ten�an siempre pretensiones art�sticas y de reivindicaci�n de la cultura africana. Ahora es s�lo un negocio, pero lo tenemos que proteger porque se ha convertido en una industria con 300.000 puestos de trabajo�.
Desde una �ptica occidental, ese nuevo socialrealismo africano resulta a veces surrealista. Hace un mes, el Centro Cultural Franc�s en Abuja, la capital de Nigeria, organiz� un homenaje a la industria. El acto sirvi� para presentar un libro sobre Nollywood y proyectar una de las pel�culas m�s famosas: Thunderbolt (El rayo, 2001). La cinta cuenta la historia de Ngozi, una joven de etnia ibo criada en una familia yoruba que trabaja como profesora en la escuela de una ciudad situada al oeste de Nigeria. Ngozi tiene problemas. No sabe por qu�, de un tiempo a esta parte el apetito sexual de su marido yoruba ha desaparecido. Ella le da cervezas para entonarle y otros remedios caseros, pero no sirven de nada. Un d�a en el mercado, un viejo santero le mira a los ojos y le cuenta que es v�ctima de una maldici�n. Ngozi va con su t�a a un or�culo y �ste descubre qu� es lo que ocurre. �Tienes el magoun�, le dice. �?Conoces el sida?, pues el magoun es peor porque te mata en menos de nueve semanas, como un rayo. Tu marido no hace el amor contigo porque sabe que hay algo raro dentro de ti. Podr�a morir r�pidamente despu�s de acostarse contigo. Si me das 60.000 nairas te lo quito�. Ngozi no tiene dinero y no cree en esos cuentos, pero su t�a le convence de que tienen que hacer algo y piden ayuda a sus familiares. El or�culo y otros dos santeros determinan que la �nica forma de quitar el magoun es observar qu� es lo que le ocurre al hombre despu�s del acto sexual. Y para ello tienen que estar presentes. El marido de Ngozi accede a acostarse con su mujer en presencia de los curanderos, pero se raja en el �ltimo momento. Entonces, Ngozi, que en ese momento de la pel�cula ya est� desesperada, trata de convencer a un m�dico que la pretende. Le cuenta su problema, y el m�dico, educado en el extranjero, se r�e de ella. Aun as� accede, siempre que todo se haga en su hospital y ante la presencia de otros m�dicos. A partir de aqu�, la historia parece que va a terminar con el triunfo de la medicina tradicional sobre la de los curanderos. Pues no. Despu�s de acabar con Ngozi, el m�dico empieza a sentirse mal y a vomitar sangre. �Es el magoun�, dicen los curanderos, que consiguen salvar al m�dico antes de que se desangre. Moraleja: esto es �frica, se?ores. La realidad es distinta a la de Europa o Estados Unidos, y lo que ustedes usan all� no siempre sirve aqu�.
Surrealista. Pero la pel�cula, del director Tunde Kelani, est� bien contada. El sonido es bueno, el gui�n presenta una historia bien trenzada y los secundarios le ponen la nota de humor a la cinta. Kelani, que estudi� en Londres, maneja la t�cnica cinematogr�fica. La historia es interesante porque muestra los choques de culturas, la occidental con la africana y la ibo con la yoruba. Cine en v�deo. �Yo soy de la vieja escuela. Hac�amos pel�culas en celuloide y trat�bamos de aprender continuamente nuevas t�cnicas para mejorar. Pero era car�simo�, afirma Kelani, quien asegura haber gastado ya siete generadores de luz en toda su vida como director para luchar contra los continuos cortes de luz con los que la empresa p�blica NEPA (National Electrical Power Authority, m�s conocida en el pa�s como Never Expect Power Always) somete a los nigerianos. �Cuando la industria empez� me di cuenta de que el soporte no importaba tanto como lo que quisieras contar�, comenta Kelani.
Thunderbolt pertenece al g�nero de pel�culas tradicionales de Nollywood, normalmente rodadas lejos de las grandes ciudades y que plantean temas del �frica profunda como el yuyu o las maldiciones. Pero es s�lo una parte de la industria, que suele girar en torno a tres temas que muestran siempre la lucha entre el bien y el mal, Dios y Sat�n: amor, sangre y dinero. Pierre Barrot, coordinador de libro Nollywood. Le ph?nom�ne vid�o au Nigeria (Nollywood. El fen�meno del v�deo en Nigeria), uno de los pocos que existen sobre la industria, considera que en esas manifestaciones culturales reside el �xito de Nollywood: �La mayor�a de las pel�culas muestra la verdad de la sociedad nigeriana. Sea mala o buena. En Francia, por ejemplo, no har�amos pel�culas sobre la guerra de las colonias. Pensamos que esto puede no gustarle a la gente. En Congo, Burkina Faso, Camer�n o Sur�frica se ven las pel�culas nigerianas porque millones de personas se sienten atra�das por ese mundo de g�nsteres, de mujeres llorando y gritando, la violencia��.
El Censo Nacional de Pel�culas Nige-
rianas controla lo que se filma, y cataloga las pel�culas de la industria con un 18, que restringe la visi�n de las copias a los menores de edad. En 2002 y 2003, el �rgano gubernamental s�lo consider� aptas para todos los p�blicos 219 pel�culas de las 2.248 que se hicieron en esos dos a?os. En el mismo periodo, ni una sola pel�cula fue catalogada con el sello de apta para ni?os. �Una cinta con la palabra prostituta en el gui�n significa inmediatamente que no est� autorizada para menores de 18 a?os�, explica Pierre Barrot. �Eso har�a pensar que la censura es muy fuerte en Nigeria; sin embargo, la realidad es que las televisiones hacen lo que les da la gana y emiten las pel�culas sin ning�n tipo de restricciones�. Donde s� hay m�s restricciones es en el norte del pa�s, la zona de la etnia hausa, de religi�n isl�mica. El 30% de las pel�culas de Nollywood se hacen all�, y pasan por otro �rgano de control que censura las pel�culas atendiendo a la ley isl�mica o sharia.
Lagos. Un d�a cualquiera por la tarde.
El futuro de Nollywood pasa por vencer a la pirater�a; consolidar su mercado africano, cada vez m�s en alza, y dar a conocer el fen�meno en los festivales europeos. De todas formas, los realizadores insisten en la necesidad de mejorar la calidad de los trabajos y en mantener un equilibrio entre las pretensiones art�sticas y las comerciales. En una jungla de 1.200 pel�culas, donde abundan los plagios, los remakes y las segundas, terceras y cuartas partes, es dif�cil seleccionar lo que merece ser visto. �No podemos olvidar que hacer una pel�cula es contar una historia de la mejor forma posible. La realidad de Nollywood es que se hacen demasiadas pel�culas, y a veces tienes la sensaci�n de que, vista una, vistas todas�, comenta Don Pedro Obasaki, uno de los directores m�s reconocidos de la industria, que suele restringir su creatividad a una sola pel�cula al a?o, normalmente de temas �picos y nativos. �Yo vengo del gueto�, asegura Don Pedro, y eso te da m�s recursos a la hora de contar una historia�.
Nigeria, el gran pa�s del �frica occidental que compite con Sur�frica por ocupar el papel de potencia en el continente, es el sexto productor mundial de petr�leo y el segundo con m�s reservas de gas natural. La especializaci�n en el sector petrolero, que representa el 95% de sus exportaciones, ha impedido durante muchos a?os el desarrollo de cualquier otra industria y ha favorecido la corrupci�n de la clase dirigente, mientras la poblaci�n sigue viviendo en la pobreza abyecta (el 70% de las personas se las apa?a con menos de un d�lar al d�a), en un territorio marcado por los enfrentamientos �tnicos y la criminalidad que se vive en las grandes ciudades como Lagos, con m�s de 13 millones de habitantes. ?C�mo es posible que en un pa�s con tantos problemas se produzcan tantas pel�culas? La raz�n puede estar en el hecho mismo de ser tan conflictivos. Como dice el director Don Pedro Obasaki, sentencioso: �No hay nada como la frustraci�n para gritar: ?acci�n!�.
En este link se pueden ver algunos trailer
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