Masushieru

09 febrero 2007

En el ojo brujo ya no se ve el destino.

Está nebuloso, enturbiado por las lágrimas.

El espíritu de la montaña nos hablara por última vez.

Y se acabará marchando.

Cuando arrecie el viento y la lluvia.

Nos abandonara a nuestra soledad y locura...

1 comentarios:

  • A las 3/02/2007 10:25 p. m. , Blogger Patricia Minalla ha dicho...

    Y cuando nos abandone las soledad solo quedará tristeza, momentos inocuos, vacios, reemplazables.

    Cuando nos abandone la soledad ya nada quedará... solo el hastío, la nausea de saberse siempre igual y esteril, infeliz, inconcluso, absurso. Incluso ausente de uno mismo porque la soledad es el placar que aviva el alma, es la droga que entumece corazones, la hierba que alucina nuestras conciencias y estimula estas manos para hacerlas levitar sobre un papel. Cuando no exista la soledad sabras que me he ido, que ya no estoy contigo y que ya no serás tú, sino otra... inventada quizás por cualquier reacción química o siquica.

    Te quiero.

    Pati.

     

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